La Defensoría capacitó a más de 7 mil jóvenes sobre noviazgos violentos

Con el taller “Cortá a tiempo”, el organismo realizó encuentros en distintos puntos de la Provincia durante 2019. La importancia de sumar a Thelma Fardín a la propuesta.

Planteada como una herramienta para reconocer y desnaturalizar prácticas violentas en las parejas, la Defensoría del Pueblo bonaerense capacitó a más de 7.000 jóvenes a través del taller “Cortá a tiempo”, la iniciativa del organismo que conduce Guido Lorenzino para luchar contra los noviazgos violentos. 

Esta cifra es el resultado de los 21 talleres que se llevaron adelante durante todo 2019 en 14 distritos de la Provincia, con charlas en clubes barriales, escuelas públicas y privadas, centros comunales y teatros.

En estos talleres, dirigidos a jóvenes de entre 15 y 19 años, se analizaron conceptos como el patriarcado y su construcción social, y las distintas formas de violencia de género y su naturalización, como así también la manera de actuar ante una situación de violencia en la propia pareja o en la de alguna persona cercana.

La participación del público fue clave en la dinámica de estos encuentros, y entre los temas que más generaron el ida y vuelta aparecieron los que tienen que ver con los estereotipos de género, las situaciones cotidianas de violencia y los celos en la pareja. 

En 2019 se ampliaron los lugares y la forma en la que se dieron los talleres, lo que permitió que se duplicara el alcance: además de las escuelas y las ONG’s se sumaron clubes (gracias a la puesta en marcha del Observatorio de Igualdad de Género en el Deporte de la Defensoría), la unidad carcelaria del complejo penal Campana, y la participación en jornadas destinadas a la juventud, como fue el caso del Festival PEP realizado en Mar del Plata.

Además, se llevaron a cabo encuentros virtuales sobre relaciones violentas, donde se dio el taller en vivo vía Facebook, y la realización de encuentros para públicos más amplios en teatros, lo que permitió sumar al taller a la actriz y escritora Thelma Fardín, una voz autorizada sobre la temática.

Al hablar sobre “Cortá a tiempo”, Fardín destacó la importancia de que la Defensoría "impulse estas políticas públicas y abra debates con perspectiva de género", y expresó que “es fundamental en el momento social que estamos viviendo tener este tipo de espacios y generar contención para que las mujeres se animen a denunciar. Hay que ponerle el cuerpo más que nunca y seguir en los barrios, donde la gente todavía no pudo romper esa puerta de venir hasta acá”.

Además, la Defensoría extendió este programa a las delegaciones, que fueron clave para instrumentar la iniciativa en los diferentes territorios donde tiene presencia el organismo. Para este año, la intención es seguir ampliando el alcance de los talleres, para llegar a más distritos y a más jóvenes.

"Para nosotros no existe política pública sin perspectiva de género. Algunos femicidios son la culminación de largas relaciones de violencia y por eso es necesario un cambio cultural a través de la educación", sostuvo Lorenzino. En esa línea, planteó que los noviazgos violentos “son un tema sobre el que tenemos mucho para trabajar. Existe un cambio cultural y hay que ayudar a que este cambio sea parejo, que todas las personas, sin importar la edad, podamos desnaturalizar conductas violentas en las parejas”

El drama de los noviazgos violentos

El taller “Cortá a tiempo” surgió como respuesta a una encuesta elaborada por la Defensoría en 2018 para detectar los comportamientos evidentes y los naturalizados, ya sea a través de la violencia física y sexual como la simbólica, que se hacen presente en los noviazgos violentos.
Respondido por casi 11.000 personas, este relevamiento reflejó datos preocupantes. Por ejemplo, 2 de cada 10 encuestados manifestaron haber vivido alguna situación de violencia física: el 86% fueron mujeres. Además, 2 de cada 10 personas, en su mayoría mujeres, afirmaron que en alguna oportunidad su pareja mencionó que le dieron ganas de golpearla o matarla.

En cuanto a la violencia sexual, 2 de cada 10 personas, en su mayoría mujeres, señalaron que al menos alguna vez se encontraron en una situación de este tipo, tanto quienes cedieron frente a los deseos sexuales de sus parejas por temor o presión (el 31% de los casos) como aquellas que se han visto obligadas a tener prácticas sexuales no deseadas (el 16%).
La encuesta también analizó las conductas que causan daño emocional y disminución de la autoestima o que perjudican y perturban el pleno desarrollo personal mediante amenazas, acosos, hostigamiento o humillación, entre otros factores. En este caso, 4 de cada 10 personas encuestadas aseguraron haber sufrido episodios de este tipo al menos una vez.