
El 23 de septiembre se conmemora el Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas. La fecha recuerda la sanción de la Ley Palacios (1913) en Argentina, la primera norma en el mundo que penalizó la trata con fines de explotación sexual.
La trata de personas constituye una de las violaciones más graves a los derechos humanos: implica la captación, traslado y explotación de personas mediante amenazas, engaños, violencia o abuso de situaciones de vulnerabilidad.
Las principales víctimas son mujeres, niñas, adolescentes y personas LGBTIQ+, en un entramado que combina violencia de género, explotación económica y redes delictivas. En Argentina, la Ley 26.364 (2008, modificada en 2012) estableció un marco integral de prevención, sanción y asistencia, y creó la Línea 145 como canal gratuito, anónimo y disponible las 24 horas para denunciar situaciones de trata.
Entre 2020 y octubre de 2023 fueron rescatadas 5.075 víctimas de trata de personas en Argentina (Ministerio de Justicia, 2023). En 2022, la Línea 145 recibió 1.581 denuncias por posibles hechos de trata, que involucraron a 628 víctimas (PROTEX, Ministerio Público Fiscal, 2022). En 2023, el 43,6 % de las denuncias a la Línea 145 correspondieron a explotación sexual (PROTEX, 2024).
Hasta la fecha, el fuero federal emitió 490 sentencias condenatorias que involucraron a 976 personas condenadas y al menos 2.305 víctimas (Ministerio Público Fiscal, 2023). Más allá de las estadísticas, cada caso recuerda que no hablamos de números, sino de vidas con derechos y dignidad.
La consigna “No son cifras, son vidas con derechos” busca recuperar la humanidad de quienes fueron víctimas. La lucha contra la trata requiere del compromiso del Estado, la sociedad civil y la ciudadanía. Informar, prevenir y acompañar son tareas colectivas que sostienen el pacto democrático de una sociedad libre de explotación y de violencias.